Un contrato forward, también conocido como contrato a plazo, es un acuerdo en el que dos partes acuerdan un precio de venta o compra de un activo en una fecha futura determinada. Este tipo de contrato se utiliza comúnmente en el comercio internacional para protegerse contra cambios en los tipos de cambio o en los precios de los productos.
En español, el término „forward contract“ se traduce como „contrato a plazo“. Es importante tener en cuenta que este tipo de contrato no es lo mismo que un contrato de opciones, ya que en un contrato de opciones, el comprador tiene la opción, pero no la obligación, de comprar o vender un activo en una fecha determinada.
Los contratos forward son ampliamente utilizados en una variedad de industrias, desde la agricultura hasta la energía y los productos básicos. Por ejemplo, un agricultor podría utilizar un contrato forward para fijar el precio de venta de su cosecha antes de que se haya cosechado. De esta manera, el agricultor se protege contra la posibilidad de que el precio del producto caiga en el futuro.
En el ámbito de las finanzas, los contratos forward también se utilizan para cubrir riesgos de tipo de cambio. Por ejemplo, una empresa que importa bienes de otro país podría utilizar un contrato forward para asegurarse de que el precio de los bienes no aumente debido a un cambio en la tasa de cambio.
En resumen, un contrato forward es un acuerdo en el que dos partes acuerdan un precio de venta o compra de un activo en una fecha futura determinada. Este tipo de contrato se utiliza comúnmente en el comercio internacional para protegerse contra cambios en los tipos de cambio o en los precios de los productos. En español, este tipo de contrato se conoce como „contrato a plazo“.